jueves, 12 de noviembre de 2015

Luz

La luz es un elemento básico en la fotografía que nos va a permitir darle a la escena forma intensidad , sentido .
Puede generar forma volumen un ambiente lo que el ojo humano percibe es un pequeño espectro de la luz, la luz se propaga por las ondas, que dependiendo su frecuencia nos permitirá ver ciertos tonos o colores
newton descubrió la refracción de la luz, el negro refleja todos los colores al mismo tiempo
La luz se puede caracterizar de ciertas formas puede ser fría o cálida la temperatura del color tiene que ver con la intensidad
La luz se mide en grados kelvin que va desde los 2700 hasta los 7000
Cuando la luz es baja los grados bajan,

Profundidad de campo

Profundidad de campo:

Cuando enfocas alguna cosa y el fondo se vuelve borroso

Elementos que influyen:
  • Distancia del objeto
  • Distancia focal
Este ultimo recurso nos permite posicionar o dar un efecto de distancia, las luces juegan un papel importante

Luz principal 
Es la mas importante ya que tiene que ser una luz intensa, se coloca del lado izquierdo del objeto a fotografiar,
Luz de relleno
Poco débil mas tenue lo que permite iluminar el entorno
Luz de fondo
Se utiliza para iluminar el fondo y agregar profundidad y separación entre los elementos de la escena
Contraluz
Sirve para separar al objeto o persona del fondo y el otro generar un aura en el objeto

Psicología y teoria del color

Es un campo e estudio que esta drigido a analizar el efecto del color en la percepcin y la conducta huana desde el punto de vista estrictamente medico, todavia es una cinencia inmadura en la corriente preincial de la psicologia contemporanea teniendo en cuenta que muchas tecnicas adscritas a este campo pueden categorizarse dentro del ambito de la medicina alternativa



El estudio de la persepcion de los colores constituye una consideracion habitual en el diseño arquitectonico, la moda y el arte publcitario
En Teoría de los colores, Goethe trata cuestiones difíciles de resolver, como la significación simbólica de los colores, con una prosa tan persuasiva que difícilmente puede uno dejar de concordar con sus opiniones. Mi profesor de estética en la UNED, Simón Marchán Fiz, insistía mucho sobre la falta o déficit de “valor de verdad” de las teorías estéticas, y concuerdo con sus enseñanzas, pero las conjeturas de Goethe son tan convincentes que uno casi se siente inclinado a aceptarlas como ciertas.
Goethe fue el precursor de la psicología del color. En su tratado se opuso a la visión puramente física y matemática de Newton, proponiendo que el color depende también, en realidad, de nuestra percepción, en la que se halla involucrado el cerebro, y de los mecanismos del sentido de la vista. Aquí hay que reconocer que el genio alemán se columpió bastante, ya que Newton sí que había prestado atención a estas cuestiones, a diferencia de los físicos contemporáneos del propio Goethe, contra los que podría haber arremetido con más razón. Pero, aún así, sus comentarios al respecto revisten un gran interés.

En el triángulo original de Goethe, los tres primarios están situados en los vértices del mismo; las otras subdivisiones están agrupadas en triángulos secundarios y terciarios, donde los triángulos secundarios representan la mezcla de los dos colores primarios que están a su lado, y los colores del triángulo terciario representan la mezcla del color primario adyacente a él y el triángulo secundario que está directamente enfrentado a él.
Para Goethe era de la mayor importancia comprender las reacciones humanas al color, y su investigación marca el inicio de la psicología moderna del color. Goethe creía que su triángulo era un diagrama de la mente humana y conectó cada color con ciertas emociones. Por ejemplo, asoció el azul con el entendimiento y la razón y creía que evocaba un estado de ánimo tranquilo, mientras que el rojo evocaba un estado de ánimo festivo y sugería la imaginación. Goethe escogió los primarios, rojo, amarillo y azul, basándose en su contenido emocional, así como también en los fundamentos físicos del color, y agrupó las distintas subdivisiones del triángulo por “elementos” emocionales y también por niveles de mezclado. Este aspecto emocional de la disposición del triángulo refleja la preocupación de Goethe por que el contenido emocional de cada color fuese tenido en cuenta por los artistas.
AZUL: Es el color de la inteligencia, la sabiduría, la reflexión y la paciencia. Induce al recogimiento, proporciona una sensación de espacio abierto, es el color del cielo y el mar en calma, y así evoca también paz y quietud. Actúa como calmante, sosegando los ánimos e invitando al pensamiento.
ROJO: Está relacionado con el fuego y evoca sensaciones de calor y excitación. Es el color de la sangre y el fuego, el color de Marte, símbolo de la violencia, de la pasión sensual; sugiere acción, impulso; es el color del movimiento y la vitalidad. Aumenta la tensión muscular, activa un cierto estado de alerta en el cerebro.
AMARILLO: Es el color del Sol. Para Goethe posee una condición alegre, risueña, es el color del optimismo. El amarillo tiene las cualidades del sol, es el color del poder y la arrogancia, pero también de la alegría, el buen humor y la buena voluntad; es un color estimulante.
VIOLETA: El violeta es el color de la madurez y la experiencia. En un matiz claro expresa profundidad, misticismo, misterio, melancolía, es el color de la intuición y la magia; en su tonalidad púrpura es símbolo de realeza, suntuosidad y dignidad.
NARANJA: Mezcla de amarillo y rojo, tiene las cualidades de ambos, aunque en menor grado. Para Goethe es el color de la energía, un color para temperamentos primarios, que gusta a niños, bárbaros y salvajes porque refuerza sus tendencias naturales al entusiasmo, al ardor, a la euforia…
VERDE: El verde significa la llegada de la primavera, simboliza la juventud y la esperanza. Por ser el color de la naturaleza, de los prados húmedos, sugiere aire libre y frescor; este color es reconfortante, libera al espíritu y equilibra las sensaciones.
En estos seis colores se comprenden toda la enorme variedad de matices que pueden ser obtenidos por las mezclas entre ellos y también por la de cada uno de ellos con el blanco o el negro; cada una de estas variaciones participa del carácter de los colores de los cuales proceden, aunque con predominio de aquel que intervenga en mayor proporción.